Carmen Salinas: así fue la pérdida de su hijo, Pedro Plascencia

Carmen Salinas es una actriz mexicana  de 82 años, nacida el el 5 de octubre de 1939 en Torreón, Coahuila y que cuenta con más de 60 años de trayectoria artística debutó como actriz en producciones como La vecindad, La frontera, Sublime redención y El chofer.Asimismo, ha sido reconocida en múltiples ocasiones con premios como Las Palmas de Oro y fue galardonada en Nueva York por los Premios A.C.E. y de manera nacional recibió el Ariel de Oro a mejor actriz en 2006. La madrugada del 11 de noviembre familiares de la actriz, Carmen Salinas de 82 años de edad, anunciaron que se encuentra en un estado delicado de salud, luego de que sufriera un derrame cerebral se encuentra en terapia intensiva.La actriz se casó con el pianista Pedro Plascencia, durante el matrimonio tuvo ciertos problemas para quedar embarazada, dado a esto tuvo algunos abortos. Uno de sus hijos nació a los siete meses, pero murió en el parto.Al pasar los años, la también conductora se convirtió en madre de Pedro, Pedro Ernesto Plascencia Salinas.En entrevista con el programa Hoy, Carmen Salinas recordó el duro momento en que se enteró que su hijo Pedro le diagnosticaron cáncer y la muerte del músico a tan sólo pocos meses de haber iniciado el tratamiento contra este padecimiento. La actriz relató que en una ocasión Pedro Plascencia le mencionó que ya quería morir debido a los dolores que tenía ocasionados por el cáncer y la quimioterapia. “Me dijo que se quería suicidar, no aguantaba los dolores, todo hinchado por la quimioterapia (…), había un amigo de él, músico, lo tenía agarro de la mano y mi nuera le pone un tocadiscos, le pone una música relajante y de pronto estaba agachada y me dice el padre: 'Carmelita, ya se fue Pedrito', caí al suelo desmayada y me pusieron el oxígeno que tenía mi hijo”. Los abortos que tuvo Carmen SalinasEn una entrevista con varios medios, la cual fue retomada por De Primera Mano, Carmen Salinas contó cómo fue que vivió los cinco abortos que tuvo y el momento en el que murió uno de sus bebés en sus brazos a poco tiempo de nacido. “Tuve la desgracia de tener 5 abortos. Yo lloraba mucho y era una tragedia que no los pudiera retener. Aborté una de siete meses, quería revivir a mi hijo y les decía que me trajeran botellas de agua caliente, pero no sabía que tenía que quitarle flemas, meterlo en una incubadora y lo vi morir, quería jalar aire, se me murió en las manos y lo alcancé a bautizar con el nombre de Jesús”.