La cifra de enfermos, recuperados y muertos de la pandemia del COVID-19, es revelada día a día por las autoridades a nivel global.Aunque detrás de estos números hay muchas historias humanas. Una de ellas es la de Adrina Blanquet, una mujer taxista que trabajaba en la zona de Ecatepec, Estado de México.En la última semana de febrero, Blanquet tuvo que apartarse de sus hijos tras dar positivo a la prueba de COVID-19. El pasado viernes 3 de abril, uno de los hijos que la cuidó durante el aislamiento al que se sometió durante 20 días, murió.“Era el que me había dicho que juntos hasta la muerte, que iba a estar conmigo y que si nos moríamos, iba a ser juntos. Y se me fue”, señaló Adriana para una entrevista a Noticieros Televisa.Mientras la madre era atendida en el Hospital General Las Américas, para una última revisión, la lluvia que azotó en Ecatepec la noche del viernes inundo la casa familiar. El Adolecente de  14 años se encontraba solo y se electrocutó al mojarse el sistema eléctrico de la casa.Ese mismo día Adriana Blanquet recibió la alta médica, el hospital le aseguró que ya no era portadora del coronavirus y pudo acudir al funeral de su hijo.“El primero de abril acababa de cumplir 14 años. A mi hijo no le tocaba, pero se fue”, entre lágrimas señaló la mujer.Blanquet afirmó que en la primera semana de marzo realizó viajes en distintas zonas de Valle de México sin saber de su padecimiento.Tras confirmase su diagnóstico, varias personas se burlaron de ella y la agredieron. Ahora, ya recuperada, señaló que también es vulnerable.“Me dictaminan que ya no soy un foco de contagio. Ahora ustedes son contagiosos para mí, porque el Covid-19 devastó mi sistema inmunológico”, agregó Adriana.Adriana volverá a trabajar, para mantener al resto de sus hijos y pide a quienes no creen que exista el virus, que se queden en casa.

Con información de SDPnoticias.MH