El caso de la maestra Berenice Sifuentes, una maestra de Torreón, Coahuila, quien decidió apoyar a uno de sus alumnos de primaria que llevaba varias semanas asistiendo a la escuela con unos zapatos completamente desgastados y viejos.La maestra explicó que su alumno llegó a la escuela y le dijo “mire mis zapatos hablan” y posteriormente “imitó algunos sonidos, se empezó a reír e invitaba a sus compañeros a reírse con él”. De acuerdo con la profesora, probablemente el alumno había hecho esto para evitar que alguien se burlara de él, pues él mismo ya lo había hecho.Conmovida por la situación de su alumno, la maestra decidió poner manos a la obra y le compró un par de zapatos nuevos: “Después del recreo le cambié sus zapatos por unos nuevos y de camino al salón me dijo: “yo les digo a los niños que yo creo que me van a comprar unos zapatos nuevos y esos no van a hablar, van a estar bien calladitos”, contó.Posteriormente, la licenciada aseguró que cuando su alumno vio sus nuevos zapatos, no pudo evitar sonreír y agradecerle por el noble gesto: “Le di el nuevo par y sólo dijo:-’No paro de ver mis nuevos zapatos. Gracias’”, indicó.Finalmente, la maestra se dijo ser una persona muy feliz con su trabajo, y aseguró que una de las cosas que más le gusta es ver las caritas felices de sus alumnos, quienes seguramente en el futuro agradecerán haber tenido a una excelente profesora que siempre daba todo por sus alumnos.

Ampliar