Lo más mencionado en redes sociales después de terminar el Clásico regio era el nombre de Diego Alonso, y lamentablemente para él ningún comentario era positivo, había pocas críticas constructivas, todo era destructivo por el empate ante Tigres en casa. Hubo declaraciones post partido, de Nicolás Sánchez y Funes Mori específicamente, donde decían que la postura del segundo tiempo no había sido la correcta. Estaba muy claro que las sensaciones externas eran las mismas de forma interna, Rayados quedó muy limitado en la segunda parte.Triste segundo tiempoEl principal reclamo es haber echado el equipo atrás deliberadamente, algo que técnicos como Vucetich o Mohamed ya han hecho, y durante la mayor parte del tiempo daba la sensación de solo esperar cuándo llegaba el empate, porque había demasiados metros cedidos para Tigres. El problema con Alonso es que esta no es la primera vez que toma una decisión así, en otras ocasiones lo ha hecho y también costó puntos.La intención obviamente no era recibir gol, sino recular, reducir espacios y complicar los ataques felinos, pero la propuesta no funcionó. Tampoco se notaban intenciones de corregir, metió a Vásquez para hacer línea de 5, y antes del gol entraría Zaldívar por Funes, aunque cambió la decisión para que saliera Vangioni e ingrese el propio Zaldívar para intentar algo que ni siquiera estaba tan claro. Vaya, perdió el juego, el sentido, el todo.¿Por qué lo hizo?Mi idea no es criticar o reventar, sino tratar de entender ¿por qué tomar esa decisión? Tengo solo una respuesta a esa pregunta: el equipo apostó la mayor parte de sus fichas en el primer tiempo, sobretodo en lo físico. El desgaste fue alto, no se trata nada más de decidir presionar, hacerlo conlleva una gran exigencia mental y física. Había superioridad de jugadores locales en varias zonas, acudían hasta el arquero rival a tratar de robar la pelota, consiguieron un gol y fue un buen envión para seguir la primer parte, pero suficiente para el segundo tiempo y algunos -no todos, pero sí varios de los más importantes- tuvieron un esperado desgaste.En función de eso último, se podía tomar una decisión: continuar con la idea de presionar aunque la calidad del juego disminuya y rinda menos el fondo físico, o renunciar a ese aspecto, volverse compacto y tratar de hacer contragolpes.Pensándolo desde esa forma, entendería la postura, aunque salió mal.Más erroresOtra cosa reclamada es la posición de algunos jugadores, sobretodo por esa idea de “inventar posiciones a jugadores”, que para el inicio de este clásico parecía no haber ningún problema, parecía que el Xl estaba ordenado según lo popularmente correcto, pero en ocasiones anteriores sí que ha sido un punto de discusión.Realmente no es tan maloLa primer temporada fue positiva, tanto en resultado como en funcionamiento. Buena posición en la tabla, alcanzó semifinal y el gran problema: eliminado de una forma desagradable. Además llegó a final de Copa que también perdió de una forma gris.Diego Alonso está en Rayados para un proyecto que tiene que ver, obviamente, con resultados, pero también con desarrollo de jóvenes. Fue importante para Hirving Lozano y Erick Gutiérrez, aquí lo está siendo para Edson Gutiérrez, Johan Vásquez, Carlos Rodríguez, etc. Son de los detalles que no nos damos cuenta siempre, no cualquier entrenador puede y quiere trabajar con jóvenes en algo tan ingrato como el torneo corto del fútbol mexicano.En confianza, pierde por goleadaParece que el único en confiar es Davino, por parte de la afición perdió a la mayoría, y no dudo que en un dado momento de conseguir un campeonato surgirán los famosos “ganamos a pesar de Alonso”, esto es muy malo para la imagen del equipo. Si tus aficionados no creen en el entrenador, hay un problema. No es que tengan que hacerle caso del todo, pero se necesita ese vínculo para generar una parte importante de la confianza en general para el equipo, es un eslabón débil del proyecto de adentro hacia afuera.Tampoco es una gran sorpresaTuvo varios torneos sin calificar en Pachuca, aunque ganó una liga en 2016 y Liga de Campeones de CONCACAF en 2017, hubo torneos muy malos dentro de los Tuzos, pero su metodología de trabajo se adapta a lo que necesitaba el club para el desarrollo de futbolistas (lo mismo que ahora hace en Rayados). Eso es evidente, no está sujeto a discusión, así que no es como si esperaran a un entrenador que salía campeón cada 6 meses y estuviera siempre en liguilla.Tal vez el problema fue de la expectativa creada, ¿no?No lo van a correrPensar en una destitución no haría sentido, como todo lo bueno y valo debe ser valorado entre varias personas, cerebralmente y no de forma visceral. Además, hay que ser sensatos: Rayados va invicto esta temporada, tiene la eliminatoria de CONCACAF prácticamente en el bolsillo y han hecho contrataciones muy importantes en los últimos 8 meses.No hay un técnico que te asegure ganar, y hay que alejarse de quien lo haga. La directiva tendrá que tomar decisiones fuertes a final de temporada.