La pasión por Tigres y Rayados se desborda en Nuevo León, al grado que hace años cuando se construía el nuevo estadio de la Pandilla, integran de Libres y Lokos aseguaron que habían entrerrado una gallina en el terreno donde iría la cancha para que al equipo le fuera mal y los resultados en contra se le han dado al Monterrey.Los albiazules en su casa no solo perdieron la final del Clausura 2016 ante Pachuca, sino que perdieron el título ante el archirrival de la ciudad en diciembre 2017, la peor humillación que pudo tener la escuadra del Cerro de la Silla, un dolor que para muchos no ha podido sanar y se revive previo al Clásico Regio 117, el cual se jugará en el Volcán este domingo.Esta historia surgió desde septiembre 2013 y se sigue hablando de tal maldición, pero en opinión del exdirectivo de Rayados y ahora sacerdote de la iglesia católica, David Jasso, no cree que exista, pues considera que no llega a tanto el sentimiento en contra del archirrival."Siempre habrá ese tipo de especulaciones, es parte de la rivalidad, de esa mezcla que solemos hacer de la fe, de la religión con lo que nos apasiona que es el futbol; no hay tal (maldición), la bendición no es de las paredes o del campo, sino de las personas, de lo que sucederá ahí en ese recinto. Fueron los obispos de Monterrey, los Rayados no se pueden quejar de que tuvieron esa bendición"."No podemos negar que hay fuerzas malignas, el mal existe, el mismo Evangelio da testimonio de la acción del mal, pero también dice que el mal no viene de afuera, sino de adentro, entonces hay gente por supuesto que quiere que las cosas salgan mal, pero no creo que lleguemos a ese extremo entre Tigres y Rayados de enterrar una gallina", consideró Jasso.Este párroco se encargó hace poco de bendecir El Barrial, lugar de entrenamiento de los albiazules.DP