El regreso de Antonio Mohamed ha significado renovar esperanzas en Rayados, antes de él parecía que la clasificación estaba muy lejana, pero el paso invicto los tiene a una victoria, o un empate combinando resultados, de estar en la fiesta grande del fútbol mexicano.Cuando se buscaba entrenador, había una frase que se repetía constantemente. “¿Para qué batallan? Ahí está el Turco, solo espera una llamada”. Hicieron la llamada y ahora lo tenemos en el Barrial.A mediados de agosto del presente año, Mohamed estuvo en el programa “90 Minutos” de Fox Sports Argentina, fue una entrevista amena que dejó ver aspectos personales, de actualidad, anécdotas, conceptos tácticos e información, declaró que estaba esperando una propuesta de México o la MLS. Sin duda se encontraba listo para volver a dirigir.¿Qué tenía mal Rayados?El principal problema de Monterrey antes de Mohamed, era que los jugadores no se notaban convencidos de la idea que proponía Diego Alonso, por más sesiones de entrenamiento específicas, planes de juego bien estructurados y preparación de alto nivel, daba la impresión que los futbolistas no se sentían cómodos con la propuesta del entrenador uruguayo.Gestos de frustración hechos por Montes cuando sacaba la pelota desde el fondo y se equivocaba, Celso Ortíz exageradamente solo, falta de control en ataques posicionales que ocasionan acumulación de jugadores mal ubicados y más.El cambio clave de Mohamed“Turco” conoce a la mayoría de los que están en esta plantilla, y a otros tantos él los estudió para ser contratados en verano 2018, antes de definir que se iría al Celta. Sabía cuál es el contexto donde mejor se desarrollan, y ante el poco tiempo de trabajo entendía que el pragmatismo debía imperar en sus decisiones y su plan de juego.Hemos escuchado decir a César Montes que “esta plantilla se adapta a la idea de Mohamed”, o a Rodolfo Pizarro que “regresaron las ganas de ganar”, a Vangioni que “volvió la alegría”, lo que Monterrey necesitaba era un cambio en lo mental para que, como consecuencia, las cosas mejoraran en el campo. Mohamed supo por dónde llegarles, se los ganó y el equipo se ve mejor.Lo tácticoNingún jugador se puede quejar de falta de productividad. Han llegado demasiado a campo rival, y también se han casado de fallar oportunidades.Tras sistemas 4-2-3-1 y sus variantes, Mohamed ubicó un 4-4-2 en rombo, es decir: una línea de 4, contención, dos interiores, mediapunta y dos delanteros, uno fijo y otro móvil. A partir de eso gana juego por los costados con los laterales, y centraliza ataques con la superioridad numérica que crea con sus 4 centrocampistas: contención, interiores y mediapunta.La estrategiaSi existe una forma de “jugar bien” es hacer correctamente lo planeado. Sea tener mucha posesión o jugar replegado. Hay formas estéticas, otras emocionantes y algunas más aburridas, el aficionado lo va a percibir según la forma en que entiende el juego, pero ninguna será correcta o incorrecta.Decía Gerardo Martino que se le llama “pelotazo” o “lance” según el jugador que la tire, es más un prejuicio por la técnica de salida que ver realmente la intención de esto. No es despectivo decir que Rayados manda la pelota larga, y si se quiere menospreciar diciéndole que juegan “de punta y para arriba” sería caer en un error.Rayados con Mohamed tiene claro que quiere defender en espacios cortos y atacar en espacios largos, las características de sus jugadores, del torneo y del momento dictan que es conveniente jugar de esa forma. Sin extremos, con centrocampistas y con una visión muy larga del campo.Además, el equipo se volvió especialista en buscar convertir acciones a balón parado. He leído críticas como “todos los goles son a balón parado”, “el delantero no anota (hasta antes de juego vs Tijuana)”, tratamos de encontrar una situación perfecta a nuestra percepción, y olvidamos que esto se trata de una competencia, no de un espectáculo.CompetitivosLa temporada de Rayados ya ha sido mediocre, perdió muchos partidos, su casa no fue una fortaleza y tiene que esperar que otros no ganen para poder estar pensando en las últimas semanas seguir aún con vida. No se puede perder de vista que fue una temporada mediocre.Sin embargo, las bondades o injusticias, como cada uno quiera verlas, permite que entre probablemente a liguilla y se le plante con un plan de juego específico a cualquier rival, y que con un fútbol poco vistoso logre competir. Mohamed lo logró, al menos en el final de temporada. ¿Podrá con lo que viene?