Rayados atraviesa el momento deportivo y de resultados más crítico desde que Diego Alonso tomó la dirección técnica y después de cinco derrotas en nueve jornadas, una nueva oportunidad de salir de la mala racha aparece.Puebla será el contrincante que en la Jornada 10 visite Monterrey, donde la Franja solo tiene un triunfo en 26 años, por lo que en el papel pinta para ser el paliativo que necesitan para sumar tres puntos.El mejor recuerdo que se tiene del Puebla en Rayados es que fue el rival frente al que se salvaron de descender por segunda vez en su historia, cuando se enfrascaron en una verdadera batalla el 9 de mayo de 1999 en la cancha del Tecnológico. Hace dos décadas, la situación del Club de Futbol Monterrey era totalmente opuesta a la actual, pues estaba inmerso en una problemática financiera y de resultados deportivos que lo tenían al borde del precipicio, a punto de caer a la Primera A, como era conocida entonces la actual Liga de Ascenso.Con deudas en los salarios de sus jugadores, intervenido por el SAT, último lugar de la tabla porcentual junto con Puebla y con su expresidente, Jorge Lankenau Rocha, encarcelado acusado de fraude por 170 millones de dólares, el Monterrey navegaba en la incertidumbre y por segunda vez en su historia estaba el riesgo de perder la categoría.En la Temporada 1956-1957, en los inicios del club albiazul, el equipo de la Sultana descendió tras la última jornada con 15 puntos y una derrota de 2-0 frente a León, mientras que América y Zacatepec ganaron sus respectivos compromisos para llegar a 16 unidades y librar la quema de la Segunda División.La Jornada 17 del torneo de Verano 1999 fue cardiaca para los aficionados del Monterrey, quienes ese domingo estuvieron pendientes del partido de su equipo contra Puebla, y fue hasta el 71’ que los albiazules se fueron al frente con anotación de Sergio Pérez a pase del Abuelo Cruz, pero dos minutos después vino el empate camotero gracias a Gilberto Jiménez, que le dio dramatismo al cierre del partido.Tan solo tres años antes la afición regiomontana había atestiguado el descenso de Tigres y aunque en un año los auriazules regresaron un año después al máximo circuito, ahora el otro equipo de la ciudad estaba en riesgo de caer también y de repetirse la tragedia.El silbatazo final de Arturo Brizio Carter liberó la presión para el técnico Carlos Jara Saguier y sus jugadores, así como para la afición en la tribuna, mientras que los jugadores del Puebla desconsolados se retiraron de inmediato al vestidor, mientras que Rayados festejó con su afición, el haber superado con éxito el trago amargo. AM