Al rescate de Urretaviscaya

Alrededor del mundo los entrenadores necesitan jugadores de confianza, para muchos es la forma más sencilla de llevar un equipo desde la parte futbolística cuando quieres impregnar una idea de juego, porque si es de tu confianza se supone que debería ser útil en el campo, no solo para el vestuario.Este es el caso de Jonathan Urretaviscaya con Diego Alonso y Rayados, se conocían muy bien de Pachuca y lograron ser campeones juntos en un proyecto que necesitaba de un resultado de esa forma, tal campeonato les dio más fuerza a semejante unión entre el entrenador y el jugador de la misma nacionalidad, ambos montevideanos.Cuando llegó 'Urreta' en aquél diciembre después de jugar el Mundial de clubes y perderse la final de Copa MX no dejaba de llamar la atención, aunque no tardó en lesionarse o tal vez hasta ya venía lesionado por sobrecarga de partidos. ¿Por qué un extremo en toda la extensión de la palabra llegaba a un equipo,dirigido entonces por Mohamed, que no usaba jugadores en esa función?Después de seis meses se fue "El Turco", llegó Alonso y contrataron a Jesús Gallardo, con ADN de extremo zurdo aunque reajustado como lateral izquierdo, pero que empezaba a hacer mucho más sentido que haya llegado 'Urreta' con anterioridad, y así fue como tuvieron varios partidos como titulares juntos con una buena idea, pero que no estaba del todo bien ejecutada.¿Por qué salió mal ese primer intento del uso de extremos? Realmente no pienso que haya sido “culpa” de ellos, sino de quién era el 9, puesto que en el primer partido fue Avilés Hurtado y parecía que Jesús y Jonathan necesitaban servirle a otro tipo de jugador, con otro tipo de ubicación y seguramente también menos hiperactividad en sus movimientos.En los últimos cuatro partidos han repetido la misma tercia: Rodolfo Pizarro, Avilés Hurtado y Dorlán Pabón. De esos ganaron los primeros dos, Pumas y Lobos, mientras que los últimos dos los resultados fueron empate y derrota, con Morelia y Puebla. Más allá de cómo salieron los resultados, si nos ponemos a pensar ninguno de los cuatro marcó una gran diferencia en esos partidos, no me refiero solo a asistencias o goles, sino a la influencia en el juego bajo una idea del entrenador.¿Qué tuvo que hacer o dejar de hacer Urretaviscaya para dejar su puesto para que el equipo termine jugando los últimos cuatro partidos con tres teóricos mediapuntas? Entiendo que Jonathan no esté dando del todo funcionando, y desde esa visión tiene sentido que haya ido a la banca, pero ¿no es un exceso tener a tres jugadores de similares funciones, aunque distintas características, acomodados casi de forma paralela?Incluso se podría decir que se priva al equipo de algunas variantes de velocidad, de asistencias, de tiros, porque si la idea es meter a los extremos durante los últimos minutos, como sucedió ante Pumas, lo normal es que no funciona del todo bien por lo acelerado que sería el ajuste para ese equipo.Posiblemente la decisión de Diego Alonso para poner juntos a esos tres jugadores tiene que ver con creer en el pasado, es decir: apelar a lo que sucedió con Mohamed en su dinámica de juego en fases de transición y la importancia que tuvo allí el dúo colombiano, pero ¿no sería mejor encontrar un equilibrio a esa dinámica y la capacidad de abrir la cancha para la generación de espacios e incluso de oportunidades?La mejor característica de Urretaviscaya es ser pasador, esta temporada lleva ya dos asistencias, lo que mejor tiene Madrigal es la finalización y ahí se podría sumar Avilés o Pabón por el lado contrario, cerrando de banda al centro del área cuando el Rayo tenga por derecha la pelota. Además, por supuesto, la llegada de Pizarro desde la zona de mediapunta.Lo que no debe suceder es pensar que Urretaviscaya va a dar muchas soluciones a problemas para cada partido, sino que sea un futbolista que logre equilibrar las pretensiones del entrenador, porque Diego Alonso no debería ir de negro a blanco utilizando extremos y luego empezando a usar tres jugadores con características de mediapuntas.Este equipo va a terminar jugando con extremos, Alonso quiso hacer el cambio muy rápido y no funcionó, tal vez el fin no debe cambiar, pero el camino debe ser más paulatino.